Palabras de relleno y liderazgo: lo que dice la neurociencia al respecto

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Las palabras de relleno influyen en cómo los demás perciben la competencia, la confianza y la credibilidad del liderazgo, advierte la revista Forbes. Si bien es algo natural en el habla cotidiana, el uso excesivo de estos hábitos verbales en entornos más formales altera la comunicación y puede desencadenar respuestas neuroquímicas no deseadas en el cerebro del oyente. 

Cuando los oyentes detectan un exceso de palabras de relleno, la amígdala del cerebro activa una respuesta sutil de “amenaza”, que indica incertidumbre o falta de fiabilidad en el hablante. Este mecanismo evolutivo prepara a los oyentes para centrarse en una comunicación clara y segura como señal de confiabilidad.

Al mismo tiempo, la corteza prefrontal, responsable del pensamiento de orden superior y la toma de decisiones, debe trabajar más para procesar el habla disfluente. Esta mayor carga cognitiva puede provocar fatiga y desconexión del oyente. 

Por el contrario, un discurso deliberado y claro fomenta la liberación de dopamina, lo que crea una sensación de recompensa y conexión positiva.

Esta conexión entre la claridad de la comunicación y la participación de los oyentes es crucial para los líderes. En este sentido, Forbes exploró el poder de la claridad en el liderazgo y cómo los mensajes efectivos generan confianza.

¿Por qué las palabras de relleno perjudican la credibilidad en el liderazgo?

Para los líderes, la credibilidad depende de una comunicación clara y segura. Las investigaciones revelan que, si bien el uso moderado de palabras de relleno puede hacer que un orador sea cercano en entornos informales, el uso excesivo perjudica las percepciones de competencia y confianza. 

Esto es particularmente cierto en contextos de liderazgo, donde la claridad y la autoridad son esenciales para inspirar a los equipos e impulsar las decisiones.

Los oyentes también tienden a asociar menos palabras de relleno con mayores niveles de experiencia. El exceso de palabras de relleno genera disfluencia, dificulta que los oyentes retengan la información y socava la autoridad del orador, especialmente en situaciones de alto riesgo. 

Esto coincide con los hallazgos de la revista Memory & Cognition que muestran que las palabras de relleno como «um» y «uh» alteran la comprensión y exigen un procesamiento adicional a los oyentes, lo que afecta la retención.

¿Cuántas palabras de relleno son demasiadas?

La tolerancia para las palabras de relleno depende del contexto y la frecuencia:

  • Contextos formales: incluso un uso mínimo puede dañar la credibilidad
  • Contextos conversacionales: generalmente, se aceptan hasta 1 o 2 palabras de relleno por minuto
  • Uso excesivo: las palabras de relleno que constituyen más del 5-10 % del discurso alteran la comprensión y reducen la confianza

Estos umbrales resaltan la importancia de adaptar la comunicación al contexto, en particular para los líderes en entornos donde la confianza y la precisión son fundamentales.

La comunicación eficaz fomenta la confianza, reduce la fatiga del oyente y señala autoridad a través de la confianza mediante un discurso claro y seguro. Al adoptar pausas deliberadas y la autoconciencia, los líderes pueden alinear su comunicación con la forma en que el cerebro procesa y genera confianza.

La próxima vez que se prepara para hablar, recuerda: tus palabras (y tus pausas) tienen el poder de influir en la forma en que los demás te perciben como líder.

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