Los efectos en el cerebro de pensar en voz alta: foco, memoria y orden

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Aunque muchas personas consideran que pensar en voz alta o hablar consigo mismas es un signo de rareza o inestabilidad, esta es una práctica que ocasiona múltiples efectos positivos en el ámbito cognitivo.

Si bien es cierto que algunas personas que expresan sus pensamientos en voz alta pueden tener algunos trastornos mentales, esto no ocurre con todo el mundo. En muchos casos, solo se trata de un hábito del que poco se habla en la sociedad por vergüenza. 

En algunos casos, hay personas que conversan consigo mismas en voz alta sin hacerlo consciente. Mientras que otras, intentan frenar este impulso por miedo a ser tildados como locos.

¿Cuáles son los efectos de pensar en voz alta?

Generalmente, las personas que expresan sus pensamientos de forma hablada cuando están solas son vistas con extrañeza. Esta práctica se asocia a menudo con nerviosismo, distracción, excentricidad, lo que lleva a muchos a considerarla una conducta «rara».

Sin embargo, en los últimos años los expertos en la materia le han dado otra visión a esta conducta. Al respecto, aseguran que hablar en voz alta con uno mismo no es un signo de irracionalidad.

En este sentido, argumentan que dicha costumbre puede ser un método eficaz para poner en orden los pensamientos y clarificar ideas. Es decir, organizar la mente de forma mucho más eficiente.

Adicionalmente, especialistas en psicología destacan que este hábito puede resultar muy útil cuando la persona está frente a una tarea que le exige orden, foco y memoria operativa. Según lo señalado, al vociferar lo que se piensa, se reduce el “ruido mental” y aumenta la concentración.

En este contexto, académicos de universidades de EEUU han realizado estudios en los que demuestran que el diálogo en voz alta con uno mismo se relaciona con mejoras en la atención y memoria. Así como también en la velocidad para procesar la información.

En uno de estos estudios, los investigadores les pidieron a los participantes que encontraran objetos específicos que se mostraban en una pantalla. Al evaluar los resultados, los especialistas hallaron un factor clave.

En ese caso, aquellas personas que nombraban en voz alta el objeto que estaban buscando, lograron identificarlo y encontrarlo más rápidamente que el resto. Según los especialistas, esto tiene una razón de ser.

Esta se basa en que el hecho de exteriorizar lo que se piensa simultáneamente activa los sistemas visuales y cognitivos del cerebro. Es decir, se convierte en un mecanismo para optimizar los recursos que ya se tienen y lograr la tarea.

Ventajas del autodiálogo, según la ciencia

De acuerdo con los científicos, los beneficios de esta práctica van más allá de la organización mental. En este sentido, entre las ventajas del autodiálogo destaca la capacidad de estructurar ideas complejas.

Además, cuando una persona verbaliza en voz alta consigo misma lo que piensa, puede definir con mayor precisión las ideas que tiene en su cabeza. A veces, no decir lo que pasa por la mente hace que las ideas se queden en algo vago y confuso.

De forma tal que entre los efectos de pensar en voz alta y hablar consigo mismo también destaca experimentar una sensación de orden y claridad al expresar los pensamientos. Así pues, es un proceso que convierte lo difuso en algo estructurado y manejable.

Información de Gizmodo en español / redacción Neuroweb

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