En algún momento de la vida, es probable que las personas se sientan agotadas mentalmente, como si el cerebro les estuviera pidiendo una pausa, en este caso se estaría experimentando la fatiga mental.
Este fenómeno se puede presentar por distintos motivos, pero generalmente ocurre luego de que las personas estén sometidas a mucho estrés. Así como también a tareas que ameriten un nivel alto de esfuerzo intelectual.
Asimismo, las personas que tienen ansiedad y sobrepiensan las cosas llegando a lo que se conoce como rumiación, también podrían experimentar cansancio mental luego de una crisis intensa o tras pasar varios días dándole vueltas al mismo asunto.
¿Qué ocurre en el cerebro cuando hay fatiga mental?
Es importante destacar que la fatiga mental no se trata de una exageración. Se trata de un estado real que tiene un impacto medible en el cerebro y puede llegar a afectar la rapidez o efectividad de las decisiones en el día a día.
Investigadores de la Universidad Johns Hopkins y el Instituto Kennedy Krieger, en Estados Unidos, realizaron un estudio para conocer lo que ocurre en el cerebro cuando una persona experimenta fatiga mental.
De acuerdo con el informe publicado en la revista científica The Journal of Neuroscience, en el momento en que una persona llega a este punto de agotamiento mental, entran en acción dos zonas del cerebro.
Así pues, los científicos descubrieron que las regiones del cerebro que se activan son la ínsula derecha y la corteza prefrontal dorsolateral. La primera se ubica en lo profundo del surco lateral del cerebro.
Esta se encarga de interpretar sensaciones internas del cuerpo como el agotamiento y el malestar. Así como la señal de emociones, incluyendo el amor, la tristeza, el miedo y el disgusto.
Por otra parte, la corteza prefrontal dorsolateral es otra área del cerebro que ayuda a organizar los pensamientos y acciones para lograr un objetivo, incluyendo la previsión y la secuenciación de tareas. Se vincula al control ejecutivo y la memoria de trabajo.
En consecuencia, cuando el agotamiento se instala, estas dos áreas intensifican su comunicación. Por lo que actúan como un centro de control que sopesa los costos y beneficios de seguir con el esfuerzo.
Según los hallazgos, esta conexión neuronal explica el porqué, en momentos de gran cansancio, la capacidad para concentrarse y tomar decisiones se debilita, llevando a la persona a abandonar la tarea.
Activación del sistema de recompensas
Para entender cómo la motivación influye en la capacidad de persistencia, 28 participantes se sometieron a una serie de pruebas de memoria. En total fueron 18 mujeres y 10 hombres jóvenes y saludables.
A medida que las tareas se volvían más complejas, también aumentaba la recompensa económica ofrecida, que oscilaba entre uno y ocho dólares. Mientras más alto era el pago, las personas mostraban más capacidad para resistir el cansancio y continuar con las tareas.
La promesa de una recompensa significativa parecía anular el agotamiento mental, permitiendo a los individuos esforzarse más a pesar de que la dificultad era más grande.
En resumen, cuando la fatiga mental está presente, ocurre un impacto en el cerebro, donde este órgano puede distorsionar la realidad. De forma tal que crea una desconexión entre lo que se siente (agotamiento) y lo que realmente la persona es capaz de hacer.
Información de El Confidencial / redacción Neuroweb
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