Descubre cómo caminar te ayuda a retrasar el deterioro cognitivo y el Alzheimer

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Según investigaciones científicas, caminar, una actividad sencilla y accesible, podría ser clave para retrasar el deterioro cognitivo y así tener una mejor salud cerebral a medida que las personas van envejeciendo.

Aunque parezca un ejercicio simple e insignificante, esta práctica trae múltiples beneficios en la salud. De modo que esta actividad cotidiana podría ser una aliada en la prevención de enfermedades neurodegenerativas.

Al respecto, diversos estudios han demostrado que el ejercicio físico moderado, como caminar de manera regular, estimula la circulación sanguínea en el cerebro. Además, favorece la neuroplasticidad y reduce la inflamación. 

¿Por qué caminar podría retrasar el deterioro cognitivo?

Incorporar las caminatas en la rutina diaria puede marcar la diferencia entre estar saludable y comenzar a deteriorarse, tanto física como mentalmente, de forma más acelerada. Especialmente, en edades avanzadas.

La buena noticia es que este deterioro puede ralentizarse al adoptar una serie de pequeños hábitos, entre ellos, dar unos cuantos pasos en el día a día. De esta manera, las personas pueden experimentar mejoras en sus funciones cognitivas.

En este sentido, hacer caminatas a diario puede mejorar la memoria, la atención y el procesamiento de información. En consecuencia, es una práctica que influye en la forma en la que el cerebro envejece.

Esto quedó comprobado en una investigación de Harvard, publicada en Nature Medicina. Al respecto, el estudio indica que caminar cierta cantidad de pasos al día podría frenar varios años los síntomas del Alzheimer.

El estudio, liderado por la neuróloga cognitiva Wai-Ying Wendy Yau de Mass General Brigham, y parte del prestigioso Harvard Aging Brain Study, arrojó resultados sobre el impacto de la caminata en la salud cerebral.

La investigación analizó a casi 300 personas mayores que aún no presentaban síntomas de demencia. Los científicos descubrieron que quienes caminaban entre 3 000 y 5 000 pasos al día, retrasaron el deterioro de sus funciones cognitivas aproximadamente tres años.

Por otra parte, quienes alcanzaron entre 5 000 y 7 000 pasos diarios, mostraron un retraso de hasta siete años en los síntomas relacionados con el Alzheimer. Según explicó la científica  Yau a The Washington Post, “si eres sedentario, incluso una actividad modesta puede ayudar a ralentizar el proceso”.

Proteína Tau

Los investigadores descubrieron que las personas mayores más activas físicamente (las que caminaban más) tenían una acumulación más lenta de una sustancia crucial: la proteína tau.

Cabe resaltar que esta proteína es conocida por ser tóxica para el cerebro. Cuando la proteína tau se empieza a agrupar en exceso, interfiere directamente con la forma en que las neuronas se comunican entre sí. 

Esta interferencia es un factor clave que acelera el avance de enfermedades como el Alzheimer. Los participantes del estudio se sometieron a escáneres cerebrales para medir la presencia de amiloide beta y tau, proteínas relacionadas con la enfermedad.

El estudio se centró en personas de entre 50 y 90 años de edad, que no tenían demencia ni fallas de memoria iniciales. Respecto al seguimiento a los voluntarios, duró cerca de nueve años.

Los expertos pudieron correlacionar el hecho de caminar a diario con retrasar el deterioro cognitivo, demostrando que aquellos que mantenían un estilo de vida más activo conservaron sus funciones cognitivas por más tiempo.

Información de Gizmodo en español / redacción Neuroweb 

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