Beneficios de los microdescansos en el trabajo: más productividad y menos fatiga

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En un entorno laboral cada vez más exigente y acelerado, los microdescansos se han convertido en una técnica efectiva que trae muchos beneficios, entre ellos aumentar la productividad en el trabajo.

Actualmente, muchas personas creen que la productividad se mide por la cantidad de horas que se trabajan en un día. Sin embargo, lo más importante es saber gestionar adecuadamente los momentos de esfuerzo.

Y es aquí donde entran en juego los pequeños respiros a lo largo del día para evitar llegar al colapso. No obstante, también es cierto que esto podría ir en contra de la política de algunas empresas que se aferran a la idea de jornadas ininterrumpidas.

¿Cuáles son los beneficios de los microdescansos en el trabajo?

Los breves periodos de descanso permiten a los trabajadores reponer energía, reducir el estrés y evitar la fatiga mental. Todos estos factores inciden en el bienestar general y en el nivel de rendimiento que pueda tener un empleado.

Así pues, no se trata de una simple distracción, sino que tener microdescansos es fundamental para obtener mejores resultados. Así pues, unos minutos de desconexión pueden marcar la diferencia entre la fatiga crónica y un trabajo más productivo y saludable.

En este sentido, tomar una pausa corta de entre uno y 10 minutos para hacer una actividad distinta a la tarea principal, ayudará al trabajador a despejar la mente. Durante ese tiempo, la persona puede dedicarse a respirar, estirarse o dar una pequeña caminata.

Al respecto, el profesor William “Deak” Helton, de la Universidad George Mason, dijo que estos descansos son útiles cuando aparecen signos de fatiga, aburrimiento o dispersión mental. “Tomar un microdescanso autoimpuesto en esos momentos es más beneficioso que forzarse a continuar”, explicó.

Es importante destacar que no se trata de hacer una pausa muy larga, ya que si esto pasa, el trabajador puede perder el hilo o la concentración de lo que estaba haciendo. Especialmente, en trabajos que requieren memoria activa o toma de decisiones continuas.

Según una recopilación de investigaciones que menciona la revista Good Housekeeping, hacer pausas muy cortas mejora el estado de ánimo y aumenta la energía. Esto se traduce en que la mente trabaje mejor.

Los efectos de practicar darse estos pequeños espacios en el trabajo se notan especialmente en empleos donde la fatiga mental aparece muy rápido. Tal es el caso de los trabajos con alta carga mental o los que requieren pasar mucho tiempo frente a una pantalla.

¿Qué hacer durante las pausas?

Durante los períodos breves de descanso, las personas pueden aprovechar para estirarse o caminar unos minutos. También pueden beber agua o tomar algún té sin distracciones como usar el teléfono.

A esto se le suma escuchar música relajante, mirar por una ventana, cuidar una planta o interactuar con una mascota. Vale destacar que el contacto con la naturaleza potencia los resultados de esta práctica.

En concreto, los microdescansos tienen múltiples beneficios para la salud de la persona en el trabajo al reducir el estrés laboral y prevenir el burnout, además de producir una mayor satisfacción laboral.

Información de Gizmodo en español / redacción Neuroweb 

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