Este queso podría mejorar la memoria, sugiere un estudio

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Un artículo científico reciente, publicado en Neuroscience Research, evidenció cómo el camembert y su contenido de grasa afectan la memoria en ratones. Sus hallazgos indican que la miristamida, un compuesto que se encuentra en este queso, puede contribuir a mejorar el funcionamiento cerebral y la memoria al aumentar los niveles de una proteína llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés).

Los investigadores utilizaron ratones machos para investigar el impacto del queso camembert y sus amidas de ácidos grasos en la función cognitiva.

Los roedores se alojaron en condiciones controladas, se alimentaron con una dieta estándar para la aclimatación y se dividieron en dos grupos: uno alimentado con una dieta alta en grasas (HFD) y el otro recibió HFD más amidas de ácidos grasos. Los tratamientos incluyeron queso, miristamida, oleamida, estearamida y ácido mirístico, que se administraron por vía oral durante los últimos tres días del estudio.

Para evaluar la función cognitiva, se realizaron pruebas de reconocimiento de objetos (ORT) y pruebas de ubicación de objetos (OLT). Estas pruebas midieron la capacidad de los ratones para reconocer y recordar objetos y sus ubicaciones después de la exposición.

Se cuantificaron las amidas de ácidos grasos en el queso, después de lo cual se recolectó y analizó el ácido ribonucleico (ARN) del hipocampo para medir la expresión de genes relacionados con factores neurotróficos, que son importantes para la salud cerebral.

Esta metodología integral aseguró una evaluación precisa de los efectos cognitivos del queso y sus componentes en ratones, lo que contribuyó a comprender sus posibles beneficios para la salud cerebral.

Resultados

Los ratones alimentados con una dieta alta en grasas generalmente presentan una función cognitiva reducida. Sin embargo, cuando se les administró 15 g/kg del queso, sus capacidades cognitivas mejoran, como lo demuestra el aumento de los tiempos de aproximación a objetos nuevos en las ORT.

Luego, los investigadores se centraron en las amidas de ácidos grasos en el queso camembert. La miristamida, en una dosis de 10 mg/kg, mejoró significativamente el rendimiento cognitivo tanto en las ORT como en las OLT, mejorando la capacidad de los ratones para reconocer nuevos objetos y ubicaciones.

La oleamida mostró efectos positivos similares. Las mejoras cognitivas fueron dependientes de la dosis, y las dosis más altas de miristamida produjeron mejores resultados. Por el contrario, el ácido mirístico, un ácido graso no amidado, no mejoró la función cognitiva, lo que destaca la importancia del proceso de amidación.

La administración de miristamida provocó un aumento de la expresión de BDNF en el hipocampo, un área crítica para el aprendizaje y la memoria. El BDNF desempeña un papel clave en la neuroprotección y la formación sináptica, lo que sugiere que la miristamida contribuye a mejorar la función cognitiva al promover la neurogénesis.

En resumen, tanto el queso camembert como la miristamida demostraron potencial para mitigar el deterioro cognitivo asociado con la ingesta de dieta alta en grasas, y la miristamida también mejoró los marcadores de neurogénesis, en particular el BDNF.

Conclusiones

Los hallazgos sugieren que el queso camembert y la miristamida pueden reducir los problemas de memoria causados ​​por una dieta alta en grasas y promover la salud cerebral. Destacan los beneficios cognitivos de la miristamida, una amida de ácido graso derivada de la fermentación del queso camembert, en particular para los ratones con una dieta alta en grasas.

La miristamida mejoró la función cognitiva de manera dependiente de la dosis, mientras que el ácido mirístico no amidado no lo hizo, lo que indica que la amidación es crucial para los beneficios cognitivos. La miristamida también aumentó los niveles de BDNF en el hipocampo, que se sabe que son importantes para la neurogénesis y la memoria.

La mejora de la función cognitiva del queso camembert podría atribuirse a la miristamida, junto con otras amidas de ácidos grasos como la oleamida. Investigaciones anteriores respaldan la hipótesis de que los péptidos lácteos y las amidas de ácidos grasos mejoran colectivamente la función cognitiva.

Los hallazgos enfatizan los beneficios cognitivos de los alimentos fermentados, y el papel de la miristamida en la mejora del deterioro cognitivo está vinculado a su capacidad para mejorar la expresión de la BDNF. Se necesitan más investigaciones para explorar los efectos a largo plazo y los mecanismos subyacentes a estos beneficios.

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