Estrategias efectivas para comenzar la semana con la mejor energía

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Comenzar la semana con energía es clave para enfrentar los desafíos laborales, personales y emocionales que ocurrirán durante los próximos siete días, y para ello es necesario emplear algunas estrategias.

En este sentido, para lograr esa meta no basta con un tomar buen café por la mañana. Al respecto, se requiere establecer hábitos que permitan iniciar cada lunes con una actitud positiva y renovada.

En este artículo, exploraremos diversas estrategias que van desde la organización del tiempo hasta el cuidado físico y mental. De modo tal que puedas transformar tu semana y aprovecharla al máximo desde el primer día. 

¿Cuáles son las estrategias para comenzar la semana con energía?

Es bien sabido que durante el fin de semana, las personas suelen olvidarse de las alarmas y responsabilidades para dedicarse al descanso. Al menos eso es lo que ocurre en un grupo de la población.

En consecuencia, volver a la rutina el primer día de la semana significa no solo el regreso al trabajo y a las responsabilidades, sino que también supone una readaptación mental. Es decir, la mente debe cambiar el modo descanso al modo trabajo.

Alexander Puutio, doctor en Filosofía y docente en Harvard, explica en Psychology Today que el paso del descanso al rendimiento requiere una readaptación de la mente. Se trata de volver a la estructura, los horarios y las demandas externas. 

Por tal motivo, sentir un bajón de energía los lunes no es solo un asunto de pereza, sino que se trata de una respuesta natural a una transición abrupta. En algunas personas, el impacto suele ser más fuerte que en otras.

Una de las formas de lograr sentirse con más energía el lunes y, por ende, ser más productivo, es planificarse mentalmente para una actividad. Los investigadores Todd Rogers, Katherine Milkman, Leslie John y Michael Norton hicieron un estudio al respecto.

El estudio, publicado en Behavioral Science and Policy, demuestra que las llamadas “intenciones de implementación”, aumentan notablemente las probabilidades de cumplir un objetivo. Para esto, se debe vincular el objetivo con un lugar, un momento y una acción concretos.

Por ejemplo, en lugar de pensar: “Voy a organizar mejor mi semana laboral”, se puede decir: “Cada viernes a las 40:30, dedicaré 30 minutos en mi calendario para revisar las prioridades, agendar las tareas clave de la siguiente semana y dejar mi escritorio ordenado”.

Otros métodos 

Con respecto al punto anterior, saber exactamente cuándo y cómo se hará algo, ayuda a empezar a hacerlo. Esto ocurre porque al definir la acción con precisión, la mente tiene menos dudas y le resulta mucho más fácil comprometerse y cumplir el plan.

La segunda estrategia tiene que ver con establecer prioridades y clasificar las tareas, según su complejidad. Una manera de lograrlo es utilizando el método “t-shirt sizing”, que divide las tareas de acuerdo a su tamaño.

Por ejemplo, S (pequeñas): menos de 30 minutos; M (medianas): una o dos horas; y L (grandes): más de medio día. De forma tal que hacer esta distinción puede reducir la sensación de agobio.

Finalmente, la última de las estrategias para comenzar la semana con energía es experimentar la satisfacción del estado de flujo. Es decir, que la persona se sumerja en una tarea desafiante pero manejable y experimente la sensación de logro.

Información de Gizmodo en español / redacción Neuroweb 

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