El desorden en casa no es solo un tema estético, donde los rincones están atiborrados de objetos por doquier, sino que también podría significar un problema de salud mental en la persona que no ordena su hogar.
En algunos momentos puntuales, es normal que la casa no esté en completo orden. De forma tal que haya gabinetes abiertos, ropa sin doblar, objetos tirados en el piso, mesas desorganizadas, etc.
Sin embargo, esto solo es esperable en un momento en el que la persona esté enfrentando una situación complicada en su vida laboral o personal que le obligue a centrar su atención en eso. Pero si este desorden se mantiene en el tiempo, podría haber un problema.
¿Por qué el desorden en casa afecta la salud mental de las personas?
Según teorías de diversos especialistas, el desorden en el hogar es un reflejo del estado interior de las personas. Así pues, si una casa está muy desordenada y en caos, tal vez la persona también esté viviendo un caos en su interior.
Es bien sabido que vivir en un lugar desordenado, sin una estructura clara, da la sensación de poco descanso. Esto ocurre porque al tener varias tareas sin completar, el cerebro lo interpreta como que tiene cosas pendientes por hacer y, por ende, no termina de desconectarse para descansar.
Por tal motivo, lo que debería ser un refugio termina convirtiéndose en un lugar de constante tensión. Es decir, los efectos del desorden doméstico van ligados al aumento de estrés y de una insatisfacción con la vida.
En el campo de la investigación psicológica, en los años recientes se ha adoptado el término “household chaos”. Este incluye factores como la acumulación de objetos, el ruido constante, la falta de rutinas y la sensación de que nunca se logra poner orden.
De acuerdo con un estudio publicado en Journal of Environmental Psychology en 2025, el desorden en el hogar puede relacionarse con niveles más altos de irritabilidad, tristeza y frustración.
Por consiguiente, también está ligado con un menor bienestar psicológico de los integrantes de la familia que habitan esa casa. Cabe resaltar que en el estudio participaron más de 500 personas.
Según la investigación, el desorden influye en la manera en la que las personas perciben la belleza y la armonía del hogar. De modo que cuando un sitio deja de ser agradable, la mente lo va a notar y comenzará a expresarlo en forma de malestar psicológico y físico.
Otros datos
Por otra parte, los resultados de otra investigación experimental en la que se recrearon hogares caóticos y ordenados arrojaron que en el primer caso el organismo reaccionó como si estuviese frente a una situación de amenaza.
Además, se evidenció que la saturación de estímulos visuales que provoca el desorden suele reducir la claridad mental. Esto, a su vez, provoca que al individuo le cueste tomar decisiones en su día a día.
En definitiva, el desorden en casa es un desafío que va más allá del ámbito visual, ya que a la larga se traduce en un problema de salud mental que puede causar irritabilidad, desconcentración y tristeza.
Información de Muy Interesante / redacción Neuroweb
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