En la vejez, es frecuente que las personas presenten algún grado de deterioro cognitivo; sin embargo, esto no tiene por qué ser una regla, ya que hay formas de llegar a esa etapa teniendo salud cerebral.
Para que esto ocurra, se deben adoptar hábitos de alimentación saludable, ejercicio regular, sueño adecuado, estimulación mental y social, y la gestión del estrés. Además, de encontrar un propósito de vida.
Al respecto, sentirse útil y vivir con sentido ayuda a proteger el cerebro de los adultos mayores. Por lo cual, tener un propósito por el cual vivir no solo mejora el ánimo, sino que también mejora la salud cognitiva.
La relación entre el bienestar psicológico y la salud cerebral en la vejez
La salud cerebral es el estado del funcionamiento óptimo del cerebro, que incluye la capacidad cognitiva (pensamiento, memoria, aprendizaje), sensorial, socioemocional y motora. Si todos estos elementos están bien, la persona podrá funcionar de manera óptima.
Asimismo, el bienestar psicológico juega un rol clave en la salud cognitiva. Así pues, si la persona sabe gestionar los aspectos emocionales, es probable que tenga menos riesgo de deterioro mental.
Esto quedó evidenciado en unos estudios recientes publicados en Psychological Science y Aging & Mental Health, y difundidos por Psychology Today. Según los resultados, los adultos mayores que experimentan altos niveles de bienestar presentan un deterioro cognitivo significativamente menor.
En una investigación realizada en Estados Unidos, los científicos estudiaron a más de 1700 adultos mayores durante 10 años. Estas personas se sometieron a varias pruebas cognitivas y evaluaciones sobre bienestar psicológico.
Entre los ítems evaluados se encuentra tener sentido de propósito, crecimiento personal, satisfacción con la vida y autonomía. Los datos obtenidos en el estudio fueron muy contundentes.
Aquellas personas que tenían un alto nivel de bienestar al comienzo del estudio mostraron un mejor rendimiento en sus capacidades cognitivas. Independientemente del paso del tiempo.
De hecho, el estudio reveló un vínculo directo: cuando se observaban descensos en el bienestar de los participantes, esto coincidía con un deterioro o una disminución en su capacidad mental.
Hallazgo clave
Es importante destacar que de todas las formas de bienestar que se analizaron en el estudio, hubo una que destacó sobre las demás: la sensación de tener una dirección clara y significativa en la vida. Este es el factor que se asocia con mayor solidez a un mejor rendimiento cognitivo.
De modo que este hallazgo se traduce en que no todos los aspectos de la salud mental ofrecen la misma protección. Así pues, sentir que la vida tiene un sentido claro parece ser una defensa poderosa frente al deterioro de la capacidad mental.
Además, los investigadores observaron que la relación entre bienestar psicológico y salud cognitiva se mantuvo en toda la investigación. Es decir, esto no varió con la edad, el sexo, el nivel educativo, la presencia de síntomas depresivos o el riesgo genético de padecer Alzheimer.
En resumen, los resultados del estudio arrojaron que tener salud mental a lo largo de la vida, y, especialmente vivir con propósito, es un factor clave que ayuda a tener salud cerebral en la vejez.
Información de Infobae / redacción Neuroweb
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