Estrategias para mejorar el rendimiento en un equipo desmotivado en la empresa

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En algún momento las organizaciones empresariales pueden enfrentar una crisis interna si el equipo de un departamento está desmotivado, la buena noticia es que existen formas para mejorar el rendimiento del equipo.

Las razones por las cuales todos los miembros de un departamento empresarial suelen desmotivarse son varias. Entre ellas destacan las tensiones en las relaciones, reestructuraciones, jefes intransigentes o cambios no justificados en la dinámica de trabajo.

Cuando esto ocurre, es necesario que la persona a cargo haga una pausa para reevaluar, reajustar y realinear a su equipo. En este sentido, los líderes juegan un papel clave en el rumbo de la empresa.

¿Cuáles son las formas en las que se puede mejorar el rendimiento de un equipo desmotivado?

Los líderes empresariales son esa figura que puede influir positivamente en su equipo para que tenga un buen desempeño o también, crear el efecto contrario. Es decir, con las decisiones adecuadas pueden renovar la energía del equipo, aumentar la confianza e impulsar el crecimiento.

Por tal motivo, cuando el rendimiento de un equipo comienza a disminuir y la mayoría de los integrantes del departamento tienen baja energía, el líder debe comenzar a hacer las evaluaciones pertinentes.

En primer lugar, tiene que hacer un diagnóstico para saber realmente qué es lo que está pasando y, a partir de allí, elaborar la estrategia de relanzamiento. De modo que lo primero que tiene que hacer es responder unas preguntas.

Según Harvard Business Review, estas son las interrogantes que debe hacerse el líder: ¿Está el equipo alineado en cuanto a propósitos, objetivos y prioridades? ¿Hay conflictos sin resolver o problemas de confianza? ¿Han disminuido la motivación, el compromiso o el bienestar?

A estas se le suman: ¿Existen presiones externas que afecten al rendimiento?, ¿Hay problemas con su estilo de liderazgo o con la percepción de justicia? Evidentemente, para tener respuestas certeras, necesita conocer qué piensa su equipo.

En este caso, lo ideal es que aplique encuestas anónimas con interrogantes que le den información relacionada con los ítems anteriores. Al ser anónima, el equipo se sentirá en libertad para responder, sin temor a represalias.

Una vez hecho el diagnóstico, el segundo paso es reconectar con el equipo, generar confianza y seguridad. En este punto, es importante que el líder se encargue de construir un “espacio seguro” para que sus colaboradores expresen su sentir, ideas y diferencias con respeto.

¿Cómo hacerlo?

Para lograr esto, el encargado puede ejercer un liderazgo basado en la vulnerabilidad. Es decir, interesarse genuinamente en su equipo, tanto en lo profesional como en lo personal. Preguntarle cómo le va y escuchar con atención sus respuestas.

Además, debe fomentar el diálogo abierto mediante retrospectivas estructuradas del equipo- A esto se le suma practicar la escucha activa colectiva y compartir sus propias lecciones aprendidas.

Otra manera de reestructurar el funcionamiento del equipo es haciendo una revisión del trabajo. Aquí es clave asegurarse de que el equipo sepa cuál es su propósito y el valor que le aportan a la empresa y clientes.

De modo tal que los líderes pueden seguir todos estos pasos, ya que son estrategias que permiten mejorar el rendimiento de un equipo que se encuentra desmotivado en la organización empresarial.

Información de Harvard Business Review / redacción Neuroweb 

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